La miopía es una condición frecuente del ojo que causa que los objetos lejanos se vuelvan borrosos y desenfocados, mientras que los objetos cercanos pueden verse más nítidos. Tratar la miopía pronto puede ralentizar su progresión, reduciendo la probabilidad de desarrollar futuras complicaciones para la salud ocular.
Síntomas para detectar la Miopía
Se queja de dolores de cabeza u ojos cansados.
Dificultad para ver la pizarra en clase.
Parpadeo excesivo.
No es capaz de percibir objetos lejanos.
Se frota los ojos con frecuencia.
Se sienta muy cerca de la TV o de pantallas digitales.
Entrecierra los ojos.
Mantiene los libros muy cerca cuando lee.
¿Cuáles son las causas de la miopía?
Hay dos factores principales por los cuales tu hijo/a tiene más riesgo de desarrollar miopía: genética y factores ambientales.
Genética: El riesgo de miopía en niños se incrementa cuando los padres son miopes.
22% de posibilidad de desarrollar miopía cuando ningún padre es miope.
31% de posibilidad de desarrollar miopía cuando uno de los padres es miope.
46% de posibilidad de desarrollar miopía cuando ambos de los padres es miope.
Factores ambientales: Contribuyen a desarrollar miopía.
Pocas actividades en el exterior.
Tareas prolongadas de cerca como leer y jugar con dispositivos portátiles.
Bajos niveles de iluminación.
¿Qué es la miopía?
La visión borrosa de lejos de la miopía está provocada por un mayor crecimiento del ojo que hace que la luz se enfoque por delante de la retina y no sobre ella.
Ojo Normal: La luz se enfoca sobre la retina proporcionando una imagen nítida.
Ojo Miope: Como el ojo continúa creciendo, la miopía progresa y la visión lejana se vuelve borrosa.
¿Qué opciones tenemos para tratar la miopía?
Gafas: Las gafas permiten que el niño vea de forma nítida, pero tienen un efecto muy pequeño o nulo para ralentizar la progresión de la miopía.
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