El uso continuado de aparatos electrónicos como la televisión, teléfonos móviles, portátiles, ebooks o tabletas gráficas, entre otros, incide en la población infantil provocando síntomas como irritación y enrojecimiento ocular, además de migrañas, cansancio y fatiga visual, lo que podría reflejarse negativamente en el rendimiento académico.

De hecho, se trata un problema que afecta a cuatro de cada cinco personas que trabajan de forma continuada frente al ordenador, pero que se acrecienta en edades primarias, puesto que su sistema visual aún no se ha desarrollado por completo. En este sentido, cerca de un 25% de la población infantil sufre deficiencias en la visión, que repercuten negativamente en la actividad escolar y en la capacidad de atención.

No obstante, el uso moderado de las nuevas tecnologías puede incluso llegar a mejorar el rendimiento en una serie de tareas que exigen atención visual, como la identificación de objetos en movimiento, la coordinación ojo-mano, el almacenamiento temporal de información visual, así como el tiempo de reacción.

Además de un examen visual periódico, para mitigar posibles daños es imprescindible establecer una serie de sencillos hábitos:

    • Ajustar el contraste y la luminancia de la pantalla a un nivel adecuado, así como una buena iluminación general de la habitación.
    • Colocar el dispositivo de forma que evite el reflejo de luces directas, preferiblemente a una altura un poco más baja que la de los ojos.
    • Controlar que la distancia ojo-pantalla no obligue a una excesiva acomodación del sistema visual. Se recomienda una distancia mínima equivalente a la medida desde el codo hasta los dedos para los ordenadores portátiles y del hombro hasta los dedos para las pantallas convencionales.
    • También es recomendable esforzarnos en parpadear con frecuencia y que la superficie de la pantalla del dispositivo se encuentre limpia y sin huellas, para reducir el esfuerzo de enfoque.
    • El control del horario de uso es fundamental. Realizar descansos periódicos y limitar el tiempo total. No olvidemos que el desarrollo infantil está ligado a una organización lateral global (corporal, visual, auditiva, manual y podal), por lo que el exceso de sedentarismo influye negativamente en este desarrollo.
    • El exceso de tiempo dedicado a jugar con este tipo de dispositivos digitales puede producir astenopia. Se trata de un tipo de fatiga visual asociado a cansancio, picor y escozor de ojos e, incluso, dolores de cabeza.
    • Colocar los dispositivos smartphones, tablets, ebooks y videojuegos a unos 35-40 cm de distancia de los ojos, realizar descansos frecuentes y enfocar objetos en visión lejana cada cierto tiempo.
    • Fijar la mirada durante mucho tiempo hace que el parpadeo disminuya produciendo sequedad ocular por evaporación, lo cual puede llevar a infecciones o síndromes de ojo seco. Por lo tanto, el auge de dispositivos digitales en el día a día provoca un incremento en el número de usuarios que ven afectada negativamente su visión.
    • Los usuarios de ebooks deben decantarse por los que cuenten con tecnología de tinta electrónica. Se trata de un sistema que imita la tinta con la que se imprime un libro corriente, capaz de mostrar hasta 16 tonos diferentes de grises. Esta tecnología acerca al usuario a una experiencia similar a la del papel, a la vez que facilita la lectura y reduce el esfuerzo del ojo en usos prolongados.
    • Los nuevos dispositivos electrónicos desprenden gran cantidad de radiación “azul-violeta” que, sin ser perjudicial en pequeñas dosis, si es peligrosa para los ojos en grandes exposiciones. Penetra en los ojos a un nivel más profundo, dañando las células de la retina y constituyendo uno de los principales factores de riesgo de aparición de la DMAE. Existen filtros específicos para aplicar a las lentes oftálmicas de las gafas que bloquean estas radiaciones.

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